Los Setenta y los Ochenta



La instauración de la democracia permitió la consolidación de los géneros anteriores y la apertura de nuevos horizontes en los distintos campos literarios en respuesta a las exigencias de una sociedad libre. Galicia pasó de ser un país productor de poesía mayoritariamente a interesar e implicar a mucha más gente en los libros que produce, que van desde diversos tipos de ensayo (sociolingüístico, y literario - Basilio Losada, Francisco Pillado...- teolóxico e relixioso - Torres Queiruga, Chao Rego...- filosófico - Martínez Marzoa...- histórico - Ramón Villares, Felipe Senén...- a libros de crónica política, revistas...

En narrativa las tendencias son muy variadas y los autores que se dieron a conocer antes del 75 (como Mª Xosé Queizán, Alfredo Conde, Paco Martín, etc.) se unen a una muy heterogénea nómina de narradores (Victor Freixanes, Xavier Alcalá, Carlos Reigosa, Suso de Toro, Manuel Rivas, Ursula Heinze, Fernández Paz... ) que amplían las modalidades narrativas ((novela histórica, policial, erótica, realista, etc.)

La edición de libros destinados a los lectores más jóvenes en colecciones infantiles (Merlín, Sotelo Blanco Infantil, etc) y juveniles (Xabarín, Doce por vintedous, Fóra de xogo, Gaivota, Árbore, etc) es una de las grandes contribuciones a la normalización de nuestra literatura.

La poesía también se renueva. Méndez Ferrín y Arcadio López Casanova marcan con la aparición de sus poemarios en 1976 la dirección para una poesía más rica y abierta a múltiples infuencias. Darío Xoán Cabana, Xulio Valcárcel, Rodríguez Fer, M. Rivas y muchísimos autores están contribuyendo a continuar engrandeciendo un género asentado desde los inicios de nuestra literatura en la Edad Media.

El género dramático ha experimentado profundas transformaciones en la segunda mitad del siglo XX. La obra de autores de la inmediata posguerra, como A. Cunqueiro ou Carballo Calero, convive con la obra de los recientes - Manuel María, Vidal Bolaño, Manuel Lourenzo...- que buscan la ruptura formal. Todos ellos abren el mundo teatral a las más novedosas tendencias.

Es destacable la aparición a finales de los años 60 y principios de los 70 del fenómeno de los grupos de teatro independiente (O Facho, Teatro Crico...) En1973 tuvo lugar un verdadero hito en la historia teatral de Galicia: a I Mostra de Teatro de Ribadavia y en 1984 la creación del Centro Dramático Galego. En estos años proliferan asociaciones que tratan de potenciar el teatro, especialmente mediante el acercamiento a un público juvenil.

En el año 1978, Galicia, igual que el resto del Estado, vuelve a contar con una Constitución democrática que en su articulado proclama la "voluntad de proteger a todos los españoles y pueblos de España en el ejercicio de los derechos humanos, sus culturas y tradiciones, lenguas e instituciones", al tiempo que asienta las bases de una nueva configuración jurídico política: el Estado de las Autonomías.

Con el régimen democrático Galicia se convierte en Comunidad Autónoma, y tiene como lenguas oficiales el gallego y el castellano. Paralelamente a una legislación reguladora de los usos del idioma, era necesaria la elaboración de una lingua estándar. El Instituto da Lingua Galega creado en 1971, y la Real Academia Galega proponen en 1982 las Normas ortográficas e morfolóxicas do idioma galego, que obtienen carácter de oficiales con la promulgación de la Ley de Normalización Lingüística.

A las puertas del siglo XXI nuestra lengua sigue manteniéndose viva, protegida por la legislación vigente y con un elevado número de hablantes. Sólo resta, pues, hacer camino tomando como ejemplo la incansable labor de aquellos que, dentro y fuera de Galicia, nunca han dejado de fomentar la presencia y la aportación del pueblo gallego en el mundo.
  




Manuel Rivas.










Xosé L. Méndez Ferrín.










Volver