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En la administración


El afianzamiento de una Administración propia, asentada en la autonomía política de Galicia, conlleva el empleo del gallego como idioma de comunicación con los individuos y los diferentes sectores sociales, económicos, políticos y culturales que conforman el país al que pertenece.

La Administración Autonómica está obligada a potenciar la extensión y el uso del gallego, no sólo por el marco legal, sino también por ser la lengua propia del país que gobierna y ser, con las otras administraciones, un referente de prestigio.

La actividad dinamizadora y de sensibilización del uso del gallego en todos los niveles de la vida pública se regula através de la Dirección Xeral de Política Lingüística, dependiente de la Consellería de Educación e O.U. Para complementar su labor, en 1990 se crea la Comisión Coordinadora para a Normalización Lingüística, que tiene como finalidad coordinar e impulsar las actuaciones de las diferentes Consellerías en este ámbito.

Las actuaciones de la Administración se concretaron en la importancia dada a la formación del funcionariado através de cursos de iniciación y perfeccionamiento, los cuales tenían como fin conseguir el dominio oral y escrito de nuestra lengua para poder atender e informar a los ciudadanos en gallego.

La difusión y la normalización del idioma gallego en la Administración Pública, la capacitación lingüística del personal y la colaboración en la fijación del lenguaje técnico, jurídico y administrativo gallego son los objetivos que enmarcan el nacimiento de la Escola Galega de Administración Pública. La EGAP imparte cursos básicos y de especialización de gallego y cursos de lenguaje administrativo y jurídico destinados a todos los funcionarios de cualquier administración gallega. Desde el año 1993 cuenta en su organigrama con una sección específica de Linguaxe Administrativa Galega (Lenguaje Administrativo Gallego).

Este labor formativo propiciado desde la Administración autonómica, se ha complementado con diferentes actuaciones (publicación de formularios, impresos, cartas y circulares; rotulación de dependencias; elaboración de vocabularios, etc) y campañas de sensibilización dirigidas específicamente al funcionariado de las diferentes Administraciones.

Los ciudadanos tienen en la institución municipal la administración más cercana y, en consecuencia, un contacto lingüístico directo, tanto oral como escrito. De ahí la importancia de la tarea normalizadora desde la Administración Local. Varios ayuntamientos -Redondela, Fene, Vigo, Santiago, Moaña, Narón, Allariz, Cervo, Vilalba, Cangas, Pontedeume y otros- constituyeron un Servicio de Normalización Lingüística que cuenta por lo menos con un especialista en lengua gallega, subvencionados parcialmente en algún caso por el Gobierno Autónomo y en otros financiado exclusivamente por el ayuntamiento respectivo. Las funciones a realizar desde la institución local se establecen a dos niveles: uno interno, con la traducción de formularios e impresos, confección de actas, edictos, convocatorias, etc. en gallego; otro externo, ofreciendo al público asesoramiento lingüístico y garantizando la presencia de la lengua gallega en todas las actividades municipales de carácter público, necesaria para obtener la asunción del compromiso idiomático por parte de los vecinos.

Los Servicios de Normalización Lingüística en las Diputaciones Provinciales reflejan su preocupación por el conflicto lingüístico. Los primeros pasos normalizadores los dieron através de su oferta cultural, deportiva y de actividades de ocio.

En la Administración de Justicia se crearon también Gabinetes de Normalización en el Tribunal Superior y en las Audiencias de Pontevedra, Lugo y Ourense. Hay que señalar que un número, aún minoritario, de jueces, emplea habitualmente el gallego en su trabajo profesional.

Mención a parte merece el trabajo desarrollado por organizaciones en defensa del idioma gallego como la Asociación de Funcionarios pola Normalización Lingüísitica o A Mesa pola Normalización Lingüística, que no sólo protagonizan importantísimas campañas de sensibilización entre el funcionarido, sino que dinamizan el proceso normalizador al proponer diferentes alternativas para avanzar en el mismo.







Los ayuntamientos
son la administración
más cercana al ciudadano.
 






"Fálalle galego" fue una de las primeras campañas de sensibilización desarrollada por la DXPL.



Para normalizar el uso del gallego en la administración se llevaron a cabo actuaciones dirigidas al funcionariado.



Las asociaciones en defensa del idioma y los colectivos profesionales juegan un papel muy importante en la dinamización del proceso normalizador.





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