Prensa escrita En Galicia no ha habido prensa diaria en lengua gallega -excepto O Tío Marcos da Portela en el último cuarto del siglo XIX, de la mano de Valentín Lamas Carvajal - hasta el 6 de enero de 1994, día en que se publica O Correo Galego. La aparición de este periódico supone una aportación fundamental para la cultura gallega y la extensión del uso de la lengua en los medios escritos de información. En lo referente a la prensa no diaria, también a este nivel la presencia del gallego es bastante minoritaria, si bien es necesario subrayar el avance experimentado con la aparición -a partir de 1977 y despues de intentos frustrados como los de las revistas Teima y Mancomún -, de semanarios de información general (A Nosa Terra) y publicaciones especializadas (Revista Galega de Educación, A Trabe de Ouro, Cadernos da Lingua, Análise Empresarial, Irimia, Encrucillada, Luzes de Galicia, Olisbos, Dorna, Revista de Literatura...) íntegramente en lengua gallega. Se producen tímidos avances de la presencia del gallego en los medios escritos, através de la publicación de suplementos culturales o deportivos en nuestra lengua y recientemente, aparecen algunas noticias en gallego en periódicos editados en Galicia. En esta línea de aumentar la presencia del gallego, en junio de 1995 el Parlamento gallego aprobó una proposición no de ley por la que la Xunta de galicia y el propio Parlamento se dirijan a los medios de comunicación para que reproduzcan las informaciones por ellos generadas en gallego. Paralelamente a esta escasa presencia se elaboran varios estudios y trabajos sobre la misma realidad a la vez que empiezan a aparecer publicaciones útiles para los periodistas que deseen realizar su trabajo en gallego. El nacimiento de la Facultade de Ciencias da Información -de la que ya han salido dos promociones- tiene que cumplir un papel determinante en la formación y cualificación de los futuros periodistas en el uso normal de nuestra lengua.

Las revistas especializadas son más sensibles al uso normal del gallego. El semanario A Nosa Terra se publica desde el año 1997.

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