El gallego en el mundo
Fueron los miles de hombres y mujeres que tuvieron que abandonar su tierra, bien por razones económicas o de trabajo, bien por razones políticas, los que asentaron las bases de lo que es hoy el gallego en el mundo.
Esa diáspora tuvo varias fases. La primera comenzó ya en el
siglo XVIII, cuando miles de gallegos salieron a trabajar como jornaleros
a las tierras andaluzas, castellanas y portuguesas. Entre 1860 y 1936 se localizan la mayor parte de los flujos de población gallega con destino a Cuba, Argentina y Brasil.
Esta emigración era mayoritariamente masculina, dejando aquí
mujeres y niños, "As viudas de vivos e as viudas de mortos"
de Rosalía. Se calcula que en esta fase que más de medio millón
de personas abandonaron Galicia. Tras la Guerra Civil se cierrran las fronteras
a la emigración durante unos años -excepto a los exiliados
políticos-, pero ya en la década de los cincuenta se reanuda
la migración hacia Argentina y, un nuevo destino, Venezuela. Al mismo
tiempo comienza la emigración gallega a Centroeuropa -Reino Unido,
Francia, Alemania y Suiza-, así como a las grandes zonas industriales
de España: Cataluña, Euskadi y Madrid. Este proceso se frena
en los primeros años de la década de los setenta.
La aportación cultural de los gallegos emigrados en un primer momento
no fue tan significativa como la fuerza que tuvieron las asociaciones gallegas
en las diferentes capitales sudamericanas a causa de la orientación
mutualista y asistencial que los caracterizaba.
Con todo, su labor se manifiesta en el apoyo prestado a los hombres de las
"Irmandades" y en su contribución a la tarea científica
del Seminario de Estudios Galegos. A principios de siglo se funda en Cuba
la Academia Galega, promovida por Curros Enríquez entre otros.
Con la llegada de los exiliados políticos, la actividad cultural
y política crece notablemente, como continuación de la labor
que se estaba desarrollando en la Península en los años precedentes a la Guerra. Se vieron apoyados abiertamente con la colaboración de los emigrantes ya asentados. Se fundan Patronatos de Cultura en diferentes países, sobre todo en Sudamérica y México; el "Padroado da Cultura Galega" de México aparece en 1953 y se conforma como foco de atracción y promoción de iniciativas culturales.
En Argentina se crea el "Instituto Arxentino da Cultura Galega"
y el "Consello de Galiza" de carácter político.
La producción cultural fue amplísima: programas de radio en
gallego, conferencias, publicaciones de libros y revistas...
Las editoriales fundadas por los emigrantes permitieron que salieran a la
luz pública sus creaciones literarias y de investigación,
ensayos políticos, las obras de los clásicos, etc.
Las revistas se convirtieron en uno de los medios de comunicación
más común en las colecividades gallegas, además de
algunos periódicos. De las muchas existentes podemos citar: Galeuzka
(1954, Buenos Aires), Vieiros (1959, México) y Galiza Emigrante.
Agentina jugó el papel de capital espiritual de Galicia. Allí
se realizó un enorme trabajo de la mano de hombres de la talla de
Castelao, Blanco Amor, Luis Seoane, Lorenzo Varela, Rafael Dieste, Lois
Tobío,...Estrena Castelao Os vellos non deben namorarse, se
reedita la obra poética de Curros y Rosalía, se sigue manteniendo
la Revista Nós y A Nosa Terra.
A la radio se le sacó mucho provecho para la difusión de los
valores culturales gallegos y del pensamiento galleguista. En Montevideo,
el 3 de setiembre de 1950 salió al aire por vez primera el progama
"Sempre en Galiza", el cual todavía hoy sigue en antena,
emitido íntegramente en gallego. Luis Seoane promovió otros
programas en Argentina, que no se pudieron realizar en gallego por imperativos
del contexto político.
La emigración hacia Europa se inició de forma masiva en la
década de los sesenta, impulsada por la necesidad de mano de obra
en los países europeos. Suiza, Reino Unido y Alemania son los destinos
principales de los emigrantes gallegos, además de Holanda, Bélgica
y Francia.
El paso del tiempo va siendo testigo del nacimiento de asociaciones, "irmandades",
sociedades y centros que reunen los emigrantes gallegos como colectividad
con carácter propio. El objetivo básico de estas agrupaciones
es la protección de sus asociados frente a las grandes dificultades
que se les presentaban en un medio ajeno. Sería interminable la lista
de Centros y Casas de Galicia hoy activas a lo largo de la geografía
europea.
La emigración del interior del Estado no fue menos importante, si
bien menos numerosa. En la actualidad, muchos Centros Galegos y Casas de
Galicia repartidas por España desarrollan una remarcable actividad
cultural que facilita el continuo conocimiento de la identidad gallega. |
|
Revista editada por el Padroado da Cultura de México.
Los exiliados gallegos desarrollaron una intensa actividad política, cultural y editorial.
Los centros y Casas de Galicia mantuvieron vivas nuestras tradiciones.
|