La década de los 60



A partir de 1960 se va a producir un conjunto de cambios en el ámbito económico y social que se acompañan de una leve atenuación de la censura.

Ejemplos de este aperturismo fueron la posibilidad de publicaciones antes prohibidas, como Grial, la instauración de la celebración por parte de la Real Academia Galega del Día de las Letras Galegas, la ampliación del mundo editorial con Edicións do Castro, las nuevas asociaciones culturales en defensa del gallego: O Facho, O Galo, a Asociación Cultural de Vigo...

La Universidad gallega no queda al margen de las inquietudes y toma parte activa con la creación en 1965 de la Cátedra de Lengua y Literatura a cargo de Ricardo Carballo Calero. Seis años después nace el Instituto da Lingua Galega, con una obra investigadora que se desarrolla hasta nuestros días.

En los años cincuenta la producción literaria en la Península inicia de nuevo su camino de forma más solida. Una vez más fue la lírica la encargada de iniciar el renacer literario.

Longa noite de pedra, de Celso Emilio Ferreiro, en 1962, representa la línea social y cívica caracterizadora de la poesía de los años sesenta. Lueiro Rey, Bernardino Graña y Manuel María son algunos de los autores de esta lírica que intenta conjugar el discuros político con el literario.

La narrativa gallega sufre un vacío desde 1926 hasta 1951, año en que Carballo Calero publica su primera novela, A xente da Barreira.

Entre los años cincuenta y sesenta tres grandes autores, Alvaro Cunqueiro, Blanco Amor y Anxel Fole, desde sus peculiares formas de narrar, crean una obra de reconocida altura universal,

En la década de los sesenta, González Mourullo, Méndez Ferrín y Carlos Casares, entre otros, se hacen eco de las innovaciones de la narrativa europea, constituyendo lo que se ha dado en llamar Nova narrativa, movimiento renovador y revitalizador de nuestra prosa.
  




Carballo Calero.






Blanco Amor.


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