Enseñanza primaria y secundaria


El primer paso dado en este campo fue la introducción de la materia de lengua gallega, en el año 1979, en la etapa preautonómica. Sin embargo, el estudio de una lengua no garantiza, ni mucho menos, la adquisición de la competencia en la misma. Ayuda a adquirla, obviamente, pero la competencia plena se adquiere únicamente con su uso en diferentes contextos comunicativos. De ahí que, a partir de 1988, recogiendo el sentir de importantes colectivos del profesorado, centrales sindicales, movimientos de renovación pedagócia, organizaciones en defensa del idoma... se legislase en el sentido de conseguir como objetivo básico que en los ciclos en los que la enseñanza del gallego es obligatoria, los alumnos conozcan ésta, en sus niveles orales y escritos, en igualdad con el castellano.

La entrada en vigor de la LOGSE obligó a la administración educativa de Galicia a adaptar la legislación vigente en la materia a este nuevo marco.

El Decreto 247/1995 en su primer artículo detalla el uso de la lengua gallega en la administración educativa de Galicia incidiendo en la obligación no sólo de utilizar la lengua gallego, sino también de fomentar su uso, en toda actuación: documentos de régimen interno, tales como certificados, horarios, expedientes, rótulos...; en las relaciones con otros centros, con cualquier administración territorial o local gallega así como con las entidades públicas o privadas.

La introducción del gallego como lengua normal de nuestra enseñanza aparece regulada a lo largo del capítulo II del citado documento.

La lengua materna predominante entre el alumnado será la que se use en la etapa de educación infantil y en el primer ciclo de primaria, sin descuidar los estudios y el conocimiento de la otra lengua oficial. El Decreto dispone la necesidad de atender de modo individualizado a aquellos alumnos y alumnas del grupo que no tengan conocimiento suficiente de la lengua materna predominante.

En los ciclos superiores se impartirá un número determinado de disciplinas en lengua gallega, que varían según el nivel. Así, en educación secundaria obligatoria se impartirá en lengua gallega el área de ciencias sociales y ciencias de la naturaleza, y de las optativas el área de ciencias medioambientales y de la salud o la optativa que se oferte.

Ya en bachillerato las materias que se desarrollarán en gallego serán la filosofía y diferentes materias específicas y determinadas optativas. En la formación profesional específica serán las disciplinas que faciliten la integración socio-laboral del alumno o alumna en las que el gallego será lengua vehicular.

El resto del articulado del Decreto manifiesta la obligación de la Administración de velar por su cumplimiento así como de garantizar el equilibrio entre las dos lenguas oficiales y cuidar que ningún alumno o alumna deje de seguir con provecho las materias que se impartan en lengua gallega por no tener dominio suficiente del idioma.

Si la introducción en gallego de las asignaturas es necesaria, la formación del profesorado en lengua gallega no lo es menos, ya que los maestros son agentes y modelos a imitar para los más jóvenes. Todos los centros docentes deben tener un equipo de desarrollo de la normalización lingüística, coordinador de las actividades del conjunto de los miembros del colegio o instituto, encargado del efectivo cumplimiento de la Lei de Normalización Lingüística en su centro y potenciador de actividades normalizadoras que impliquen a todos los sectores de la comunidad educativa, procurando que asuman el compromiso de uso de la lengua propia. Los equipos de los diferentes centros de las comarcas mantienen contactos entre sí através de reuniones a las que debe acudir el coordinador de cada centro. Dinamizan y ayudan en las actividades didácticas y pedagógicas de fomento del uso del gallego, participan en encuentros, jornadas y seminarios en los que se intercambian experiencias. Por otra parte, la convocatoria de cursos de iniciación, perfeccionamento y especialización de lengua gallega para el profesorado se viene realizando sistemáticamente desde hace años, ya que la normalización debe ir acompañada de la preocupación por el dominio de la lengua.

El conjunto de actuaciones orientado a la comunidad escolar, no olvida el sector de los padres, determinante en la trasmisión oral de la lengua. Las Asociaciones de Padres de Alumnos poseen una vía oficial de ayudas para el desarrollo de cursos y programas destinados a la promoción de nuestro idioma.

El papel de las organizaciones en defensa del idioma, de los movimientos de renovación pedagógica, sindicatos, organizaciones estudiantiles ..., es determinante en el avance de la galleguización de la enseñanza. Por otro lado, también hay que resaltar el trabajo de Asociaciones de Padres y Madres que intentaron romper la discriminación del idioma en el campo educativo, como la conocida APADEL o la que actualmente promueve la Mesa pola Normalización Lingüística de Galicia.
 



La normalización del gallego en la enseñanza pasa por la implicación de todos los colectivos.








Los equipos de normalización lingüística protagonizan diferentes iniciativas para involucrar a la juventud.








El estudio del gallego no garantiza la adquisición de la competencia plena de nuestra lengua.


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